Los implantes dentales ¿son como mis dientes?

 

Los implantes que llevas o que el dentista te recomienda ponerte son raíces artificiales que sustituyen dientes naturales ausentes o perdidos por cualquier motivo. Se integra, por lo general sin problema, en el tejido bucal y conviven de forma sana con él. Sobre el implante se asienta la corona o prótesis dental y están fabricados en su mayoría de titanio químicamente puro.

Los implantes sirven para reponer dientes con estabilidad similar o superior a los naturales perdidos, evitando utilizar dientes adyacentes. También ayudan a estabilizar prótesis dentales móviles. Con ellos los huesos maxilares mantienen su función y no pierden volumen por reabsorción, evitando tener un aspecto de cara envejecida. Y además, ayudan a efectuar anclajes que permiten realizar otros tratamientos como los de ortodoncia, facilitando su efectividad.

Si necesitas implantes, tu dentista te lo indicará y realizará un tratamiento personalizado:

– Fase inicial de estudio y planificación, donde se analiza el estado general de la boca del paciente, se evalúan riesgos y el tipo de rehabilitación necesaria.

– Fase quirúrgica: donde se colocan los implantes en una o varias sesiones. No es dolorosa pues se usa anestesia local, que puede estar acompañada de sedación.

– Fase restauradora: cuando se comprueba que los implantes están bien integrados en el hueso que los sujeta y que están preparados para recibir coronas, puentes u otros tipos de prótesis.

– Fase de mantenimiento: donde se realizan revisiones periódicas imprescindibles para mantener los implantes en buen estado y evitar la aparición de enfermedades periimplantarias. Según cada caso, el dentista establecerá la periodicidad de estas revisiones.

¿Debes cuidarlos como si fueran tus dientes?

La supervivencia de tus implantes depende de varios factores, entre los que están lo que haya causado la pérdida de tus dientes originales, tus hábitos y tu rutina de higiene bucal.

La mucositis (inflamación de la encía alrededor de los implantes por acumulación de placa) y la periimplantitis (inflamación de la encía y pérdida de hueso alrededor de los implantes por acúmulo de placa bacteriana durante periodos prolongados) son las dos enfermedades más comunes relacionadas con un ausencia de cuidados de los implantes.

Debes realizar con ellos, igual que con tus dientes, una cuidadosa higiene bucal, acudir a tu dentista para tus revisiones al menos dos veces al año y abandonar hábitos perjudiciales para la supervivencia de tus implantes, como por ejemplo, el tabaco.

¿Los implantes son más resistentes que tus dientes?

Depende: si la causa de pérdida de dientes originales y motivo de colocación de implantes es por caries o por traumatismos, sí, pues las bacterias de la caries no les han afectado.

Pero si es por causas tipo periodontitis, la cosa cambia, pues las personas que han tenido enfermedades en las encías son más propensas a tenerlas también en los implantes. Por ello, y para prevenirlas, es primordial que realices los controles y revisiones periódicas en tu dentista.

Por último, debes saber que el tratamiento con implantes es exitoso en un 98% y varios estudios han demostrado que a los 15 años de su colocación, los implantes muestran una funcionalidad de aproximadamente un 90%.

Es decir, que los tratamientos con implantes dentales han demostrado resultados muy superiores a otros tratamientos sustitutivos de dientes naturales en cuanto a confort, estética, duración, fiabilidad y predictibilidad.

Si estás pensando en reponer las piezas que te faltan, no lo dudes. Los implantes dentales son la mejor solución. ¡Pide tu cita!

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