Diez cosas que siempre quisiste preguntar al dentista, pero no lo hiciste por vergüenza

Llegamos a la consulta dispuestos a resolver con el especialista las dudas que nos rondan por la cabeza, pero en muchas ocasiones, el pudor provoca que nos volvamos a casa con ellas. Quizá consideramos que nuestra pregunta es demasiado rara o, por el contrario, tan básica que hasta un niño debería conocer la respuesta. No debería tener recelos con su médico, seguro que cosas más extrañas ha visto, pero, por si acaso, nosotros os solucionamos dudas que se presentan habitualmente.

1. ¿Sirven para algo los enjuagues de coco?

2. ¿El vino, la cerveza y el café son buenos para mi dentadura?

Ninguna de estas bebidas genera beneficio alguno en la salud oral. Existe la creencia de que son recomendables porque reducen los niveles bacterianos orales. Pero, por el contrario, el alcohol es uno de los factores de riesgo para el cáncer oral y otras patologías de la boca. El café tampoco ha demostrado ser un agente saludable en ese terreno.  Por lo tanto, y al igual que otras organizaciones médicas y odontológicas internacionales, solo podemos recordar que se debe hacer un consumo moderado de estos productos. Además, tanto el café como el vino o algunos refrescos que pueden acompañar a bebidas alcohólicas no son solo perjudiciales para la salud de la boca, sino también para su estética, y tienden a amarillear la dentadura.

3. ¿Cómo debo lavarme los dientes?

Os aconsejamos seguir siempre una rutina: «Lo ideal es dividir la boca en 4 sectores y lavar cada uno durante 30 segundos, por lo que en total estaremos 2 minutos. En cuanto a la técnica, es importante ir desde la encía hacía el diente y no al revés». Por último, no hay que olvidarse de la lengua, que es un foco de placa bacteriana y se debe cepillar de dentro hacia fuera. Pero, sobre todo, lo importante es hacerlo a menudo: si puede ser,después de cada comida. Y que la pereza no pueda con el último cepillado del día.

4. ¿El semen mancha o blanquea?

No hay ningún estudio científico que permita contestar a esta pregunta con un mínimo de rigor.

5. ¿Puedo maquillarme los dientes?

Es más adecuado hablar de cosmética dental, que incluye una gran variedad de técnicas que permiten mejorar la sonrisa. Blanqueamiento dental, utilización de carillas estéticas de porcelana, cirugía gingival u otros métodos específicos. Los dientes blancos son un objeto de deseo, pero pueden oscurecerse incluso manteniéndolos limpios: en este caso, los alimentos milagrosos  tampoco tienen nada que hacer.

6. ¿Me huele mal el aliento o soy un paranoico?

Son varias las causas que pueden originar la halitosis. Si bien el 60% tiene un origen bucal, un 20% se debe a otras causas (respiratorias, digestivas…). El 20% restante está constituido por personas que piensan erróneamente que tienen halitosis. Esta falsa sensación puede deberse a boca seca, a problemas digestivos o incluso al estrés o ansiedad. En caso de duda, el dentista te orientará sobre si sufres o no este problema y, si así fuera, cuál puede ser su solución concreta. Por si acaso, estas son algunas claves para mantener el olor de su boca a raya.

7. ¿Hacerme una limpieza me desgastará el esmalte?

Es un mito. Las limpiezas de boca, llamadas tartrectomías, no producen ningún desgaste en el esmalte ni lo convierten en más frágil. Son necesarias siempre que se acumula sarro y deben realizarse con cierta periodicidad, dependiendo de cada paciente.

8. ¿Estar embarazada me obliga a lavarme más los dientes?

La higiene bucodental es imprescindible para cualquiera, sin embargo, durante esos nueve meses aumenta de manera muy considerable la posibilidad de padecer de gingivitis, una inflamación de las encías que se produce debido a la acumulación de bacterias orales por falta de higiene. Este riesgo que se corre durante la gestación normalmente, acaba después de dar a luz, pero en algunos casos persiste.

9. ¿Se puede transmitir alguna enfermedad dental al besar a un bebé en la boca?

Las bacterias que producen la caries son transmitidas de madre a hijo a través de hábitos en los que interviene la saliva: probar la comida con la misma cuchara, chupar el biberón o el chupete, besar al bebé en la boca… Es una de las razones por las que la mujer embarazada debe cuidar especialmente su salud oral.

10. ¿Es necesario cambiar de cepillo de dientes después de estar enfermo?

La vida útil de este utensilio no ha de superar los 3 meses, porque las cerdas se van deformando y pierden eficacia. Asimismo, se recomienda cambiarlo si hemos padecido una gripe o una infección de garganta o de boca, porque los gérmenes pueden acantonarse en las cerdas y reactivar la infección. Es importante recordar que el cepillo debe enjuagarse y secarse bien después de cada uso para evitar que se convierta en un foco de gérmenes.